Conchas de pescado

Hola a todos, esta receta nació por la necesidad de que alguno de mis pequeños comensales comieran merluza a la que le tenían verdadera aversión.  El resultado fue tan exitoso que alguno llegó a controlar si su concha era  más pequeña que las demás. Aquellos pequeños ahora ya han crecido, pero siguen gustándole las conchas, e incluso ya se les puede llamar por su nombre sin que le causen sarpullidos, por eso  ya han pasado a formar parte nuestro recetario particular.
Ésta receta, creo que se adapta a la perfección al reto de Marisa de Thermofan que muchos de vosotros ya conocéis y los que no, deberíais hacerlo ya que persigue unos fines muy encomiables, poner al alcance de todos recetas buenas, baratas sencillas y sanas Se trata del   Reto BBSS, recetas por una buena causa  que tiene unos:

Objetivos específicos

Motivar y contribuir a mejorar la calidad de la alimentación.

Poner al alcance de los ciudadanos interesados, recetas BBSS.

Ser complices y contribuir a hacer aflorar sonrisas.

Ingredientes:

2 filetes de merluza sin piel

6 tronquitos, 

1 patata mediana

1/2 calabacín

1/2 cebolla

2 dientes de ajo

2 cucharadas de harina

150 ml de leche

Queso parmesano

Aceite de oliva virgen

8 conchas de vieira

Pimienta, eneldo y sal

Elaboración: 

Picamos en brunoise la cebolla y el ajo y dejamos pochar suavemente en una sartén con un poquito de aceite,

Pelamos la patata y el calabacín, se trocean en taquitos pequeños, se colocan en una fuente apta para el microondas, se riegan con un hilo de aceite y se hacen en el micro 6 minutos.

Los filetes de merluza se cortan en trocitos y lo mismo hacemos con los tronquitos, los  añadimos al sofrito y damos unas vueltas. añadimos la harina, removemos y dejamos cocer 1 minuto, agregamos la leche caliente y removemos hasta alcanzar la consistencia adecuada que no debe ser ni muy espesa ni muy líquida. Unimos el calabacín, la patata, las especies, el queso rallado y la sal. Mezclamos suavemente. 

Colocamos la pasta preparada en las conchas de viera (si no tenéis conchas, podéis usar algún otro recipiente refractario individual, o incuso uno grande y servirlo en raciones), se espolvorean con queso y a gratinar.

¡Están buenísimas!