Scones de calabaza
Estos día hay calabazas reales y ficticias por todas partes, así que yo también me sumo al homenaje a este ingrediente tan versátil en la cocina, y tan atractivo en la decoración...soy muy fan de las calabazas desde siempre, de hecho en este blog hay muchas recetas con ellas como ingrediente principal y hoy vamos ampliar la colección.
Estos deliciosos bollitos los tenía hace tiempo en pendientes, de hecho no pude encontrar la pagina de donde procedían, últimamente hago pocas cosas con gluten y el tiempo pasa, y las paginas de Internet también.
Son unos panecillos tiernos y esponjosos a los que el poquito parmesano que llevan le aporta muchísimo sabor, recién horneados con mantequilla son un verdadero peligro.
Ingredientes:
- 1/2 taza de pulpa de calabaza
- 125 ml de leche
- 75 ml de nata
- 1 taza y media de harina con levadura
- 1/2 cucharadita de levadura en polvo
- 30 g de mantequilla
- 1 pizca de sal marina
- Queso parmesano rallado
- Precalentamos el horno a 200°C
- Batimos la calabaza con la leche y la nata hasta que se mezclen
- En un tazón grande, combinamos la harina y el polvo de hornear, rallamos la mantequilla fría y mezcle para combinar.
- Colocamos sobre una superficie ligeramente enharinada, luego amasar breve y suavemente hasta formar una masa suave. Presionamos para formar un rectángulo de 3 centímetros de grosor. Cortamos en trozos y pasamos a la bandeja.
- Espolvoreamos con queso parmesano y horneamos durante 15-20 minutos o hasta que estén dorados. Servimos calientes.
Y ya que estamos celebrando la versatilidad de la calabaza, os dejo dos de mis recetas favoritas, la primera se pierde en mis recuerdos infantiles, sobre todo por estas fechas, mi madre era una gran aficionada a las chulas, así que no faltaban nunca en casa, con distintos ingredientes, y en esta época con calabaza. La segunda, la descubrí hace unos años en un curso de cocina, me encantó porque el contraste del dulzor de la calabaza con ese puntito de sal del bacalao casan de forma espectacular.
¡Feliz semana!
Querida Milia, me sumo al homenaje a la calabaza porque a mi me encanta también. La preparo en recetas dulces y saladas y esperando estoy con anhelo este tiempo de otoño para disfrutar de todos sus productos. Los scones tampoco se quedan atrás en cuestión de gusto, no los preparo, pero en cuanto veo alguno con buena pinta, no me puedo ir sin probarlo. Así que imagino que esta receta no será rica, será superior. Me la quedo, claro.
ResponderEliminarUn beso.
Lo cierto es que es un fruto muy versátil que da un juego estupendo en la cocina y que queda fenomenal en cantidad de recetas... disfrutemos de la calabaza!
EliminarBesiños
Se pueden hacer diversas recetas con calabaza, a parte de la famosa crema que no falta en invierno en casa con diferentes toques de sabor.
ResponderEliminarHace tiempo que no hago ni como scones y al ver los tuyos me has dejado con ganas de meter las manos en la masa.
Besos.
Cierto Ana, es un fruto que da mucho juego, aunque las cremas son lo más conocido, se presta para mucho más.
EliminarBesiños guapa
Hola, Milia. Me ha asombrado la receta porque es diferente a cualquier receta de scones que he visto. Publiqué una al principio del blog y me quedaron raros.
ResponderEliminarSi llevan calabaza, ya son para mí y ese toque de parmesano, me encanta.
Besos.
Será porque es del otro lado del mundo, pero no, porque me he traído un par de libros de pan de Irlanda, que tienen un montón de recetas de scones y son muy parecidas.
EliminarBesiños bonica
¡Hola, Milia! Espero que no te hayas visto afectada por el terrible mal tiempo que hace en distintas zonas de España.
ResponderEliminarEstos panecillos son toda una tentación. El toque de parmesano me parece genial.
Feliz miércoles. Bstes.
Por aquí el tiempo es demasiado bueno para estás fechas Emma, la cosa está malamente.
EliminarEn cuanto a los scones, tienes razón, son una tentación no lo dudes, pero ricos, ricos.
Besiños